Fito durante el concierto del Sábado en Santander - El Diario Montañés |
Lo que no sabíamos es que la gira de conciertos del grupo, rodando por los teatros de España este año, se iba a prolongar hasta Santander. Instalaron unas gradas al aire libre a las cuales no accedimos y optamos por disfrutar del concierto de pie, conscientes de que nos regalarían alguna oportunidad para saltar.
Y comenzó la música. Al estilo de los grandes, un Hammond en escena, un contrabajo y una batería de jazz. Todo preparado para una adaptación de su repertorio a un estilo mucho más calmado. En lo musical no decepcionaron acoplando a la perfección las guitarras de Carlos Raya, quien en algún tema optó por tocar la mandolina o el laúd, con los oboes espontáneos.
Y pasaron los temas, los de entonces y los de ahora, Por la boca vive el pez, A la luna se le ve el Ombligo... la magia en el escenario la pusieron la variedad de instrumentos y por supuesto los emotivos solos en la Stratocaster de Fito.
Hubo tiempo incluso para un par de bises entre los que pudimos escuchar Antes de que cuente Diez, un emotivo Al Cantar y por fin Soldadito Marinero que acabó coreando hasta el más despistado de la noche. Cerraron con Acabo de llegar. Cumplieron, disfrutaron en el escenario y levantaron a los pocos que quedaban sentados en las gradas al final del concierto. Escuché voces que hablaban de decepción pero injustas en el momento en el que analizamos la menestra de estilos y sonidos que desplegaron en directo.
Alberto Ortiz
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