Un paseo por París

Las circunstancias personales me obligan en este caso a dejaros una recomendación a lo parisiense. Si alguno de vosotros arde en deseos de viajar a la capital del amor, la ciudad de la luz, aquí se lleva de regalo una selección de canciones para poner banda sonora a los paseos por las aceras de la ciudad parisina.

La música cambia los momentos, los optimiza. Las canciones dan vida a los momentos y sellan los viajes para siempre. Veremos que tal funciona en esta ocasión.

The Dreamers (2003)

El primer tema de esta ruta parisina empieza, como no podía ser de otra manera, en la película francesa por excelencia: Amélie. Gracias a Yann Tiersen, podemos disfrutar de las mismas sensaciones que la joven Amélie por ese placer de las pequeñas cosas, cosas tan pequeñas como una canción.

No podemos hablar de París, ni de Francia, ni de música francesa sin hablar de la eterna Edith Piaf. También recurrente en el cine nos dejamos de arrepentimientos con Non, je ne regrette rien.

Para los melancólicos también hay sitio en este paseo musical por París. Solo tienen que acudir a Saez y dejarse llevar por su Tango lento y deprimente. 9 minutos de canción con cambios de ritmo e intensidad dentro de un marco de angustiosa musicalidad. Voz y guitarra le bastan a Saez para enamorarnos en este peculiar Tango para bailar a la luz de las farolas en la ribera del Sena. 

París, la ciudad del amor, y la ciudad de la Bohemia. Así lo afirma Charles Aznavour, cantante y compositor de origen armenio pero parisino de nacionalidad y corazón que llenó los cafés en los años 20 con éxitos como este "La Bohéme".

Este es uno de los temas que aparecen en una de esas "guías turísticas cinematográficas" a las que nos tiene acostumbrados Woody Allen. Midnight in Paris, aparte de ser una curiosa e interesante historia para acercarnos a los años 20 franceses es una muestra de las posibilidades turísticas de esta ciudad acompasada con innumerables éxitos de la canción francesa. Entre Hemingway, Dalí, Buñuel, o los Fiztgerald el protagonista recorrerá los rincones más artísticos e intelectuales de los felices años 20 parisinos al ritmo de canciones como Montmartre al ritmo del trompetista de Jazz Rex Stewart.

Owen Wilson y Marion Cotillard de la mano en este viaje en el tiempo a caballo entre el sueño y la vida. Un idealista escritor que camina entre las calles de parís con una banda sonora de fondo inmejorable. Sidney Bechet al clarinete con "Si tu vois ma Mère."

Otro de los retratos de esta ciudad llevados a la gran pantalla fue el llevado a cabo por Bertolucci con The Dreamers. Los amantes del cine de los años 60, sin problemas económicos y dados a la pasión sexual, a los debates musicales y a las adivinanzas de cine clásico. La bellísma Eva Green que encarna a un ambiguo personaje llamado Isabelle enamorará a un recién llegado estudiante americano, Mathew, encarnado por  Michael Pitt. En el ambiente de las huelgas francesas del 68 estos dos personajes se entregarán inmersos al desenfreno pasional junto con el hermano de Isabelle, Theo (Louis Garrel), bajo una selecta banda sonora en la que Janis Joplin y Jimmy Hendrix se debaten en duelos de rock pero en la que también hay sitio para canciones francesas como este "Tout les Garçons et les filles" de Francois Hardy.

El último paseo por París lo daremos de la mano de Ethan Hawke y Julie Delpy en "Before Sunset" con un Vals para una noche. Y esta película si que es un verdadero paseo por París, de hecho, la trama argumental se basa en una conversación a lo largo de la ciudad, una conversación en la que los dos protagonistas recorrerán su historia de amor del pasado por las calles y los cafés de la ciudad. 

Y terminamos diciendo que la vida no es de otro color sino rosa. Eso es lo que pensaba Edith Piaf y ese es color que impregna las calles y los corazones de París y sus amantes. Sus millones de amantes. La Vie en Rose es la canción por excelencia de Edith Piaf y Edith Piaf es la cantante por excelencia de La France y de París. Con la vida en rosa os dejamos y esperando que esta lista os sirva para recordar vuestros paseos por el Sena, por Montmartre o para ambientar vuestros futuros viajes a la capital del amor.  

Alberto Ortiz